Google ha intentado realizar siempre los mayores esfuerzos para que sean aquellas webs con un mayor compromiso por la calidad de su contenido las que copen los primeros resultados de búsqueda. Sus constantes cambios en los algoritmos obedecen a ese intento de eliminar del mapa a aquellos sitios web que recurren a comportamientos engañosos o manipuladores, que adoptan técnicas fraudulentas o que se dedican a copiar contenidos de otros y ofrecerlos como originales.
Google nos indica hasta cuatro principios fundamentales que debemos tener siempre muy presentes, a saber:
- Debemos crear páginas web que estén pensadas para los usuarios y no para los motores de búsqueda.
- No debemos crear páginas o elementos que puedan inducir a engaño de los usuarios.
- No debemos recurrir a trucos o técnicas que permitan mejorar la clasificación de nuestra web independientemente de la calidad del contenido. Google utiliza una suerte de imperativo categórico para ejemplificarlo: ¿crearías el contenido de la misma forma si no hubiera buscadores?
- Debemos pensar en aquello que hace que nuestra web es única, valiosa o atractiva, buscando destacar sobre el resto en nuestro ámbito especifico.
¿Qué técnicas debemos evitar para que Google no considere que nuestro contenido es de baja calidad?
Google nos proporciona hasta 13 directrices que deberíamos usar como mantra si queremos posicionarnos correctamente en su buscador, a saber:
- Debemos evitar el uso de contenido generado automáticamente mediante software informático.
- No debemos participar en esquemas de enlaces, es decir, crear cadenas de enlaces artificiales con otras webs para aparentar un impacto irreal de nuestro sitio. Estas cadenas de enlaces se generan de diferentes modos, ya sea mediante intercambio entre webs, pagando a cambio de la creación de enlaces externos o utilizando software automático de creación de enlaces.
- Debemos evitar crear páginas que no tengan contenido original.
- Recurrir a prácticas de encubrimiento o cloaking. Esta técnica fraudulenta consiste en presentar a a los usuarios y a los motores de búsqueda URL o contenidos distintos.
- No debemos recurrir a redireccionamientos engañosos. Esta práctica es diferente del cloaking, en la medida en la que lo que se hace es engañar al usuario mostrando unos resultados de búsqueda que no tienen nada que ver con la web a la que se nos lleva realmente.
- No debemos incluir texto o enlaces ocultos en nuestra web. Una técnica común de black hat SEO es publicar contenido con palabras escritas en texto blanco sobre fondo blanco. Eso les permite incluir palabras clave de forma oculta y captar tráfico de forma ilícita.
- No debemos recurrir a páginas puerta, consistentes en crear diferentes sitios web o URL que están enfocadas a dirigir al usuario a un mismo destino de nuestra web. Un ejemplo de páginas puerta es crear varias páginas o nombres de dominio enfocados a regiones o ciudades determinadas pero que terminan llevando a una misma páginas.
- Nuestro contenido no debe ser copiado de otros. Independientemente de las consiguientes infracciones de derechos de autor, recurrir a copiar contenido de otras webs, por muy relevante que sea, tenderá a penalizar nuestro sitio web.
- En el caso de que participemos en programas de afiliados debemos hacerlo con sentido. Recurrir a la afiliación es una de las formas con las que un web o blog puede llegar a monetizarse. Sin embargo, un uso indiscriminado de enlaces de afiliación en nuestra web servirá de poco por muchos links que incluyamos. Por ello, Google primará aquellos sitios web que hagan un uso justificado de los programas de afiliación, aportando contenido de valor y original que realmente justifique el uso de los enlaces o banners correspondientes.
- Debemos evitar hacer un uso excesivo de palabras clave irrelevantes. Por ejemplo, si nuestro objetivo es destacar que las deportivas que vendemos en nuestra tienda incorporan una cámara de aire única en el mercado, no es necesario repetir cada dos frases que esa cámara de aire es única en el mercado. Siempre que publiquemos un texto, no viene mal decirlo en voz alta para ver si realmente está bien elaborado o si parece que nos hayamos vuelto tarumbas.
- Debemos evitar crear páginas que puedan recurrir a comportamientos maliciosos, que suplanten la identidad de usuarios o instales virus o troyanos.
- No debemos abusar en el marcado de fragmentos enriquecidos.
- No debemos realizar consultas automáticas a Google.
Como añadido a los 13 mandamientos anteriores, Google nos recomienda que supervisemos de forma periódica si en nuestro sitio web se ha insertado contenido pirateado, fraudulento o spam que han generado los usuarios dentro de nuestra web, dado que también nos penaliza a pesar de no haber sido creado por nosotros.
Ninguno de los puntos anteriores debería preocuparnos en exceso si nuestro objetivo principal es ofrecer un buen contenido a los visitantes de nuestra web, recordándonos que detrás de una búsqueda en Google hay una persona que desea saber algo de valor.
